
Si, no me he vuelto loca, ha sido la última jornada de Champions. Al menos para mi Atleti. El año pasado nos eliminaron sin perder ningún partido, el año pasado viajabas y volvías más triste o más alegre pero con la cabeza alta. Este año nos eliminan sin haber ganado ningún partido, este año viajas y vuelves con la sensación de que los 11 tios que salen a correr se ríen de ti en tu cara. Todavía me acuerdo de la guerra que nos dio el saco de goles que nos trajimos de Chelsea (odio eterno) ¡tuvimos que facturarlos porque a nadie le entraba en la maleta!
Ahora resulta que vamos a por la Europa League y miedo me da. En la Liga no vamos sobrados de puntos precisamente, me da por pensar que casi mejor centrarse en casa y luego salir fuera ¿no? Hoy me preguntaban mis grandes amigos futboleros qué esperaba del sorteo y lo he tenido claro: visto que es muy posible que nos elimine cualquiera me quedo con la Roma. Me imagino ver a mi Atleti en el Olímpico y se me pone la piel de gallina. Debe ser algo así como lo que sentí en Anfield... Sin palabras.
Y lo de ayer... lo de ayer fue vergonzoso. ¿Son esas las ganas que tiene este equipo de seguir por Europa? ¿Y lo del Kun? Ay! Me vais a perdonar pero me sigue pareciendo que cuando las cosas van mal se borra, ayer sin ir más lejos parecía que se iba lesionado para 6 meses y es posible que juegue el próximo partido. Eso si, cuando quiere me calla la boca.
Prefiero ver la parte cómica de todo esto porque si me pongo seria... Si me pongo seria me los como por los pies, ¿cómo se puede ganar tanto y jugar tan mal?, si cualquier persona humana fuera a su trabajo y no hiciera nada, ¿seguirían pagándole mes a mes? Yo tengo una idea para Quique (además de que utilice la magia negra de sus raíces como dice una buena amiga) doble entrenamiento todos los días... A ver qué pasa.
En fin mi Atleti una vez más dandome quebraderos de cabeza.
Mi Atleti.